Historia, Trayectoria y Actualidad económica

Molina de Segura, tradición industrial

Molina de Segura vive hoy por y para la industria, ciudad puntera en actividad comercial, industrial y de servicios. Sus antecedentes podemos encontrarlos ya en el “Catastro del Marqués de la Ensenada” del rey Fernando VI en 1755. Detalla perfectamente una Molina de entonces 1.859 vecinos. Dice que cuenta con “un salitre ubicado en la Calle del Castillo, un salero que pertenece a Su Majestad, un molino harinero de agua en el partido del Molino propiedad del convento de Agustinas de Murcia, dos molinos de aceite con rueda y dos vigas propiedad del Colegio de Jesuitas de Murcia y de Francisco Riquelme en la pedanía de Ribera de Molina, y dos hornos de pan cocer propiedad del Marqués de Villafranca situados en las Calles Castillo y San Roque”.

Hoy día, Molina de Segura es conocida internacionalmente a raíz de su ejemplarizante periplo conservero vegetal, donde, a partir de 1919, un centenar de industrias conserveras tuvieron frenética actividad en el término, lo que atrajo a un sinfín de otras nuevas especialidades afines, derivadas y complementarias a la conserva. Molina se eleva hoy como una de las ciudades más industrializadas de España, a la altura de muchas capitales de provincia.

 No por casualidad, Molina de Segura alberga la primera renta bruta media de la región según la Agencia Tributaria para 2017, con más de 28.800 euros por declarante. Casi 5.000 empresas conviven en el municipio, junto a otros 5.000 autónomos y emprendedores, con un PIB anual que rebasa los 4.000 millones de euros. Medio centenar de empresas molinenses son exportadoras, y 55 facturan más de 10 millones de euros. 165 firmas molinenses se encuadran entre las 2.500 sociedades más importantes de la región.

Genera uno de cada 365 euros del PIB del país, por lo que se halla entre los 232 municipios españoles más ricos, de los 8.131 existentes. Con una empresa por cada 14 habitantes, Molina de Segura se ha ganado su posición a conciencia, doblando la tasa regional de emprendimiento, y encabezando junto a la capital, el índice de formación ciudadana de estudios superiores. Molina hace de su tradición industrial una realidad económica, una tierra de oportunidades y un crisol de sectores y experiencias laborales.

En definitiva, Molina de Segura vive en la industria, y la industria vive en Molina. Pocas veces un tándem estuvo más ligado, y con él, el municipio hace décadas que se conformó en uno de los principales focos de industrialización del sureste de España con 6 áreas empresariales, otras tres en ejecución, y una veintena de asentamientos menores, aglutinando 6 millones de m2 de suelo industrial, área similar a la del Valle de Escombreras de Cartagena.

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Historia de la industria molinense

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La historia de la industria de Molina de Segura es tan extensa como interesante. Aglutina gran cantidad de información económica, la fundación de múltiples sociedades, la concurrencia de decenas de firmas líderes, y la concatenación de cientos de anécdotas relacionadas con la actividad fabril, comercial y de servicios.

En el “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar”, ya define la situación de la villa en 1850 y su vida económica. Se escribe que: “… las del río impulsan 6 molinos harineros que se encuentran sobre sus riberas… PROD.: trigo, cebada, geja, maíz, alubias, hortalizas y muchas verduras, frutas muy buenas, especialmente sandías de una magnitud extraordinaria, seda, aceite y mucha abundancia; hay ganado lanar y cabrío, y caza de liebres y algunos pájaros pequeños… IND.: los molinos harineros, varios telares de lienzo, una fab. de teja y la elaboración del pimiento reduciéndolo a polvo”. En resumen; agricultura, ganadería, e industria de molinería, textiles, materiales de construcción y pimentón.

El siglo XIX hace convivir también otros sectores como la molinería de cereales, los telares, la seda, los materiales de construcción o la actividad oleícola. Y se va introduciendo la industria del pimentón y las especias, registrándose en Molina en 1846 el primer molino de pimentón datado en documentos oficiales, si bien el sector venía dándose bastantes años antes, pues hay noticias de la autorización de un sequero de pimientos en el año 1785.

 En el “Anuario Bailly Baillere” de 1879 se citan 1 molino, 2 panaderías, 1 fábrica de teja y ladrillo, y 8 comerciantes destacados, pertenecientes a las sagas familiares de los Moreno, Espallardo, Hernández y Bernal. En la edición de 1888 se añade un negocio de pimiento molido y otro de alpargatas y cáñamos. En 1894 se recogen 6 zapaterías, 4 herrerías, 3 locales de construcción de carros, 3 fábricas de harinas, 2 fábricas de tejas, 2 de tejidos y 1 hojalatería. En 1897 se hace constar por primera vez que los principales productos agrícolas de la villa son la cebolla fina con una producción de 150.000 a 200.000 quintales (7.500 a 10.000 toneladas), y el pimiento molido con 100.000 arrobas (1.200 toneladas). Se suman entonces 5 fábricas de cada de harinas, carpinterías y constructores de carros, 4 de tejidos, 2 de pimiento molido, 2 caldererías, 1 fábrica de escobas, 1 de abonos químicos y 1 de tintes. En el ejercicio de 1900 se aprecian 12 tiendas de comestibles, 14 zapaterías y alpargaterías, 3 herrerías, 2 fábricas de escobas, 2 tintorerías y 2 pimentoneros; José Hernández Gil y su hijo. En 1906 se censan 10 cosecheros de cebolla de los que 4 son exportadores, 8 exportadores de pimentón de los que 6 son cosecheros, 7 alpargaterías, cordelerías y carpinterías de cada una, 6 fábricas de carros, 5 molinos de harina, 5 herrerías, 5 tiendas de abonos químicos, 2 almazaras y 2 caldererías. Por último, en 1911 figuran ya 12 exportadores de pimiento molido de los que 6 son cosecheros también, 11 cosecheros de cebolla, 9 alpargaterías, 6 cosecheros de aceite de oliva, 4 almacenistas y 2 almazaras; la de Carlos Soriano y la del Conde Heredia, 6 molinos harineros y otros 6 depósitos de harinas, 7 tiendas de tejidos, 4 de zapatos, 6 cosecheros de naranja, 5 tiendas de abonos artificiales, 4 cosecheros de vino, 3 sastrerías y 1 fábrica de bebidas gaseosas.

Por último, otro registro industrial realizado en el año 1896 y obrante en el Archivo Municipal de Molina de Segura aporta más datos esenciales para el conocimiento de la actividad fabril en la villa, cuando se cuentan 7 molinos de harina, 3 de pimentón, 3 almazaras, 3 fábricas de materiales de construcción, 2 telares y 1 fábrica de gaseosa.

En 1901 ya se localiza una fábrica de escobas a nombre de Juan Pedro García, y en 1910 una de jabón por Alfonso Bernal Campillo. En 1925 es la mercantil Bernal Hermanos y Prieto la que ostenta la única escobería de la villa, capitaneada por Juan Antonio Prieto Pérez. Están censados de igual modo la fábrica de gaseosas de Miguel Sánchez, la imprenta de Pedro Antonio Almansa, y los aserraderos de maderas de Fulgencio Hernández García y Esteban Romero. Otras actividades económicas destacables de principios del siglo XX son la explotación de las salinas de Molina, a cargo de Joaquín Germón de Solá, de las minas de azufre por el Conde del Valle, y de las de hierro a nombre de Blanca Marín Baldo. Hay un manantial de aguas mineromedicinales ferruginosas llamado “Fuente Setenil”. En 1925 funciona la “Fonda del Comercio” de Alfonso Chicano, 2 teatros y cinematógrafos; el “Salón Frutero” y el “Teatro Vicente”, las abacerías de José Hernández Gil, Rosendo García, José Antonio Espallardo, Cayetano Moreno y la Viuda e Hijos de Maximino Moreno, las tocinerías de éstos tres últimos, las tiendas de abonos de Arturo Carbonell, José María Dávalos y José Antonio Espallardo, y las bancas de Arturo Carbonell, Antonio Gil, Rogelio Gil, la Viuda e Hijos de Maximino Moreno, y los Hijos de Antonio Campillo, siendo los cuatro primeros conserveros.

Y llegaría en 1919, la fundación de las cuatro primeras industrias conserveras de la villa: Rogelio Gil, Maximino Moreno, el Sindicato El Porvenir de la Huerta y el Sindicato Agrícola Católico. Ya nada en Molina volvería a ser igual, haciendo temblar con el tiempo, los cimientos de todo un municipio, creciendo vertiginosamente, y exportando sus fábricas, emprendedores y actividad por toda España. Molina de Segura es conserva vegetal, y su cuna, por ser aquí donde la conserva se hizo arte, una forma de vida y una raíz social, concentrando sus firmas una capacidad productiva inaudita y una proyección internacional nunca antes producida.

Principales sectores económicos de Molina

PRINCIPALES SECTORES ECONOMICOS scaled

El rosario de sectores predominantes en la actual industria radicada en el término municipal de Molina de Segura, y que salpica todos los rincones de su geografía con gran ímpetu, vino originado íntegramente por la actividad conservera de principios del siglo XX, hace ahora una centuria exacta. Pocos ramos escapan a la estratégica envergadura de un sector tan dinámico y que mueve tanto capital, personal y relevancia económica. Si acaso la especialidad peletera, la manipulación de vegetales, el pimentón y alguna que otra más, son las que se han desarrollado en Molina sin el amparo inconfundible del sello de la conserva, aunque bastante condicionados por todos lados por su sombra. Y la forma de ser del emprendedor industrial tiene mucho que ver con esta ebullición económica. El 0,3% de las 5.000 primeras empresas españolas está en Molina de Segura.

Se puede decir que la economía molinense en los tiempos actuales no es más que el fiel reflejo de la trayectoria agroconservera por su término, que desfiguró las primitivas especialidades industriales para las que la villa inicialmente estaba predestinada. Ahora la industria es fuerte, tremendamente diversificada y potente, y echa mano de un sector servicios igual de arraigado. Sus especialidades sectoriales son tan extensas como heterogéneas, conformando una economía fuerte y diversificada, fuente de mano de obra en la región. Aquí se analizan las más representativas:

Confitería y golosinas

El ramo se ha especializado e internacionalizado, teniendo a Fini Golosinas España como segunda firma nacional tras la multinacional Haribo, y a Vidal Golosinas como cuarta tras Chupa Chups. Las dos entidades acumulan ventas que se cifraron en 2016 en 108 y 96 millones de euros, mientras que Jake factura 46 millones. Más de 100 millones de golosinas salen cada día de las factorías de la ciudad. Otras sociedades reseñables por importancia son Zukán, dedicada a la distribución de azúcares líquidos y sólidos con 296 millones anuales en ventas; Martín Braun con ingredientes para pastelería y heladería con 17,6 millones; Gluck and Sweet con 9,3; Sánchez Cano con 8,7; Vidal Candies con 2,7; Especialidades del Obrador con 3,1 millones; y Pastelería Gimar con 2,9, las dos últimas como fabricantes de bollería, pastelería, confitería y heladería industrial; junto a 30 confiterías, pastelerías y panaderías existentes en el municipio. Semejante plantel de industrias relacionadas con el azúcar y la confitería, arroja un volumen anual que supera los 480 millones de euros, señalando a Molina de Segura como una de las ciudades más dulces de Europa, e incluso del mundo, pues no hay datos de que se dé tal concentración en ninguna otra localidad. En la última década se ha convertido en la primera especialidad de la industria de Molina por volumen de facturación.

Siderurgia

SIDERURGIA scaled

A primeros de los años 70 había censados 2 talleres de relaminado y otros 2 de estañería, iniciándose una rama muy ágil y diversificada. Se muestra como un sector altamente progresivo debido a su misión auxiliar en el resto de especialidades, con destacables empresas fundadas mayormente en los años 80. Sus más de 55.000 metros cuadrados de naves y una plantilla de más de 300 trabajadores, el 4% de los industriales locales, y el 1,4% de los empleados de Molina, dicen casi todo de esta especialidad. Genera el 2,8% del empleo de su sector en la región, y el 0,08% de la plantilla española. Aceros inoxidables, hierros galvanizados, perdigones, seguidores, solares, chatarras y desguaces, recuperado y transformación de metales, artículos para la agricultura, lámparas o corte, extrusión y laminado metálicos son fabricados por industrias de Molina.

Resumidamente, el 30% de la metalistería y siderurgia de la provincia y el 0,17 de la de España, sale del municipio, con una facturación de más de 170 millones de euros por ejercicio, lo que la encumbra como la quinta rama industrial del municipio.

Envases metálicos

ENVASES METALICOS scaled

Las empresas de envases y embalajes tienen en Molina de Segura uno de sus puntos centrales de producción, convertida en una de las principales fabricantes del Sureste español. Cuenta con el mayor número de empresas fabricantes de envases y embalajes de metal, cartón y plástico de la provincia de Murcia, cubriendo aproximadamente el 25% de la demanda total de la región, y significando más del 4% de la industria general murciana. La especialidad de los envases metálicos tiene de entre todos los del metal, gran trascendencia en el panorama regional y nacional, destacando sobre todo su elevada cifra de negocios que supone un espectacular 0,55% de todos los productos metálicos españoles. Actualmente existen 5 de estas empresas, con especial atención en Auxiliar Conservera, la decimoséptima empresa regional, y Domiberia, colosos a nivel nacional. En el municipio, se producen anualmente 800 millones de botes y otros 300 millones de tapas. Dentro de este subsector del metal trabajan 700 personas, que vienen a representar el 10,6% de la plantilla industrial molinense, y el 3,6% de toda la población activa. A su vez, significa el 26% del empleo regional del sector, que equivale al 0,2% de los activos españoles de la rama. Se fabrican botes, latas y tapas, además de realizarse galvanoplastia y estampación de metales. No es de extrañar que, elaborándose el 20% de los envases de metal murcianos, se tenga cada año un volumen de ventas de 232 millones de euros, lo que señala a Molina como el segundo productor provincial y uno de los primeros en todo el país. La rama metalgráfica es la cuarta especialidad municipal de la industria de Molina, tras la confitería y golosinas.

Construcciones metálicas

Cubiertas, carrocerías, productos para agricultura, cerrajería y carpintería metálica son algunas de las actividades. Su importancia siempre estuvo relacionada con el frenético sector de la construcción en el municipio, aunque se ha ido transformando y diversificando hacia caminos más tecnológicos y operativos. Sobresalen entre todas las instalaciones de energía solar fotovoltaica, la cartelería y rotulación, la confección de puertas y ventanas, los aluminios y pvc, los hierros y aceros, las estructuras metálicas, los chasis de vehículos, y el corte, plegado y manufacturado de hierro y chapa, que dan trabajo al 13% de los empleados regionales, con algunas empresas líderes regionales, además de la carpintería metálica con 30 locales y de cerrajería con 25. Supone el 4,2% del sector del metal provincial, y el 0,2% nacional. Con más de 300 trabajadores y 25.000 metros cuadrados de superficie, proporciona trabajo al 3,5% de los empleados murcianos de la especialidad, y al 0,1% de los españoles. A su vez, genera el 5,2% del empleo industrial de Molina y el 1,8% de los activos totales. En el año 2002 realizó el montaje de 22.000 toneladas de naves industriales y construyó 600 carrocerías de camión. El volumen de facturación de este sector sobrepasó en 2018 los 300 millones de euros como tercer subsector de la economía local.

Cartonajes

La industria del papel, cartón, edición y las artes gráficas supera cada año los 150 millones de euros de ventas, que supone la cuarta parte de este tipo de productos murcianos. Funcionan 10 establecimientos dedicados a fabricar o manipular papel y cartón ondulado. Fabrican planchas de cartón ondulado, cajas, artículos publicitarios, y en general todo tipo de productos relacionados con la celulosa y los embalajes. Produce al año unas 180.000 toneladas de materia prima, o lo que es igual, 175 millones de metros cuadrados de planchas, en un total de 75.000 metros cuadrados de instalaciones, 50.000 de ellos cubiertos. El 2,4% de los molinenses trabaja en esta especialidad y el 7% de los empleados industriales de Molina, unos 430, que a su vez son el 48% de los empleados murcianos de la rama y el 0,88% de los españoles empleados en el cartón. Esta especialidad produce el 36% del total del sector en la región incluyendo las artes gráficas, llegando a alcanzar el 0,29% de la facturación anual de todo el país.

Artes gráficas

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Comenzó en los años 60 a florecer la actividad de las artes gráficas, edición y adhesivos. En los años 60 sólo había una imprenta, propiedad de José López Gil, dedicada a proveer de impresos a las industrias, ascendiendo su número a 6 en 1972. Actualmente existen una veintena de locales, de grandes proporciones algunos de ellos. Las artes gráficas, adhesivos, impresión y edición es un sector en alza dentro de la economía local. En sus 30.000 metros cuadrados, emplea a 280 trabajadores, que engloban el 1,5% del total de la industria municipal, y el 4,5% de los empleados del sector secundario de la localidad. En la rama trabaja el 11,7% de los activos murcianos y el 0,14% de los trabajadores gráficos de toda España. Esta actividad representaba en 2002 el 9,8% de las artes gráficas murcianas, y el 0,1 de las españolas, con una producción anual que hoy se estipula en 15 millones de metros cuadrados de impresos y adhesivos. Se elaboran adhesivos y etiquetas, impresos, publicaciones y otros artículos publicitarios, mediante preimpresión, tipografía, flexografía, huecograbado, serigrafía, offset, tampografía, etc. con un montante anual que asciende a 90 millones de euros. En definitiva, la industria de los cartonajes y artes gráficas se eleva al 0,75% de toda la industria de la provincia con un montante anual que ronda los 150 millones de euros, estableciéndose como la sexta rama industrial de Molina de Segura.

Química

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Molina de Segura no pasa precisamente inadvertida dentro del concierto regional, ya que la mayor parte de la actividad se concentra en Murcia, Molina de Segura y Cartagena. Hay constancia de que ya en 1925 había una pequeña empresa familiar que fabricaba productos químicos con el nombre de Florysol. Empresas como Megar desde 1955, Arom desde 1971, o Francisco Aragón desde 1979, ocupan una superficie cercana a los 90.000 metros cuadrados dando trabajo al 7,2% de los empleados industriales, casi 450 personas, que representan el 2,4% de todos los activos molinenses del municipio. La veintena de empresas radicadas, producen el 5% de la producción de la región, y ocupan al 11% de los activos murcianos, que son el 0,27 de los trabajadores dedicados en el país. Las 200.000 toneladas de productos de 2002, se desglosan en infinidad de artículos, siendo la mayor parte de ellos para el consumo final, y significan el 0,12% de los productos españoles. Exporta alrededor de un tercio de la producción y fabrica desde jabones, detergentes, ceras, lejías y cosméticos, hasta plaguicidas e insecticidas, pinturas, barnices, colas, gelatinas, colorantes o abrasivos, pasando por productos de perfumería y limpieza industrial o doméstica. Molina alberga a la segunda empresa regional del ramo que es Francisco Aragón, novena sociedad local con casi 100 millones de euros en ventas. La actividad genera una cifra de negocio que superó en 2018 los 130 millones de euros, siendo la octava especialidad industrial de Molina de Segura, por orden de importancia.

Plásticos

La rama del plástico se muestra con especial vigor en el municipio y es, junto a la de las golosinas y envases metálicos, la que posee mayores cuotas de facturación y generación de empleo. Alberga 15 empresas, entre ellas la segunda potencia de España en fabricación de bolsas de plástico, Eversia Innova que, fundada en 1979, abastece de material a los principales centros comerciales del país. Servicios Plásticos y Plásticos de Molina son también grandes empresas fundadas a mediados de los 70, durante la fiebre del plástico, manufacturando entre ambas, 28 millones de euros. El 0,8% de los plásticos españoles se fabrican en la localidad, acaparando fuerte importancia a nivel nacional e internacional, siendo la tercera parte del volumen de negocio a nivel provincial. En el campo nacional, el 27% del plástico fabricado corresponde a bolsas y sacos, el 22% a film, las cajas acaparan el 4% y los bidones de plástico otro 4%. Una de las firmas molinenses se halla dentro de las cien mayores empresas murcianas de todo tipo, lo que confirma su vitalidad. Esta industria local cuenta con 200.000 metros cuadrados de elaboración, de los que 120.000 son naves cubiertas, con una producción superior a las 50.000 toneladas de cajas, bandejas, tapas, piezas, bidones, bolsas, film, botes y recipientes plásticos en general. Emplea a 700 trabajadores, el 11,4% de los de la industria local, o el 3,9% de los activos molinenses totales, que a su vez suponen el 27% de los empleados regionales de la rama, y el 0,59% de las personas ocupadas en este sector en todo el país. En fabricación de bolsas, Molina ocupa un lugar privilegiado con una producción cercana a los 25 millones de unidades diarias, situándose en el 8% de todas las unidades fabricadas en el país. Factura más de 130 millones de euros anuales como séptimo sector industrial municipal, exportando una gran parte y abasteciendo a países de media Europa.

Conserva vegetal

Hay que destacar que la industria molinense dedicada a la alimentación, llega a ser el 11,8% de toda la industria alimentaria murciana, con lo que su peso específico es enorme. La rama de las conservas vegetales facilitaba trabajo en 2002 a 380 empleados, siendo el 4,7% de los activos murcianos de la alimentación, el 6,27% de los industriales molinenses y el 2,12% de los empleados del municipio. Al margen de su época dorada de los 60 y 70, sigue siendo uno de los focos españoles de producción de conservas vegetales, con 5 firmas operantes. La conserva representa el 5,5% de la regional y el 2,3% de su sector alimentario, manteniendo una elevada tasa de exportaciones a los más variados países del mundo. Produce anualmente más de 30.000 toneladas de vegetales que siguen representando el 23% del total provincial, yendo la mayoría dirigida al mercado nacional. Una empresa se sitúa todavía en el grupo de las mayores empresas conserveras murcianas por orden de ventas, y se ocupa una superficie de 58.000 metros cuadrados. Según datos de 2002, la conserva molinense facturaba una cifra superior a los 9.000 millones de pesetas (54 millones de euros), significando alrededor del 2,75% de la conserva vegetal española, y el 1,23% de su plantilla, lo que aún hoy la señala como cuna de la conserva vegetal. En la actualidad la cifra de negocios anual se establece en algo más de 36 millones de euros entre las cuatro firmas asentadas; Alcurnia Alimentación, Conservas Sandoval, Confituras Linares y Sucesores de Arturo Carbonell.

Manipulado de frutas

El de manipulado, preparado y comercializado de frutas y hortalizas, que en Molina cuenta con tres grandes almacenes y ocupa un total de 40.000 metros cuadrados. Son Frutas Cañavate y la Cooperativa Molinense Producciones Naturales, que producen en Molina desde el año 1968 y 1998 respectivamente, más la Cooperativa Campotéjar del Segura radicada en Fenazar de la que no se disponen datos. Según el propio sector, emplea a más de 500 trabajadores, un 8,6% de los trabajadores industriales y el 2,9% del total municipal, y maneja alrededor de 100.000 toneladas anuales. Buena parte de las frutas y hortalizas son producidas en el municipio, como la finca La Hornera situada en dicha pedanía, y que es la mayor explotación de Molina. Destaca la empresa Cooperativa Molinense, que ubicada en el polígono Industrial La Serreta, es la tercera compañía española de manipulación de frutales de hueso en fresco, manejando el 80% de la producción local. Estas cifras ilustran por sí solas la importancia del sector, incluyendo su exportación en fresco a todas las comunidades españolas y a diversos países del mundo. En resumen, el manipulado de vegetales genera anualmente en Molina un volumen de ventas de alrededor de 15 millones de euros, que supone el 2% de las ventas murcianas y el 0,086% de las de toda España. Emplea al 8,3% de los trabajadores de alimentación regionales, y al 0,11% de los nacionales, como décima rama industrial municipal.

Pimentón y otros tipos

PIMENTON

En la región de Murcia se dedican cada año 484 hectáreas a este cultivo con rendimientos cercanos a las 1.600 toneladas, alrededor del 22% nacional, del que hay 60 fábricas de elaboración y envasado, En 2001 se consigue la Denominación de origen, de la que Molina forma parte de su zona de producción geográfica, produciendo al año siguiente 1.000 toneladas de producto. A pesar de que hoy en día esta actividad no tiene la importancia de antaño, aún sigue conservando relativa importancia en el municipio. La industria del pimentón, las especias y los condimentos de Molina de Segura es la segunda en orden de importancia tras el municipio de Murcia. Todavía trabajan ocho medianas empresas y Molina sigue conservando un 15% del sector en Murcia. Otros productos fabricados y comercializados son piensos animales, frutas de hueso, quesos artesanos, sales marinas, cítricos o conservas de mariscos y pescados. La rama industrial engloba unos 100 millones de euros anuales en ventas, significando el séptimo ramo local por importancia facturadora y décimo global.

Electricidad, electrónica e informática

Una de las últimas ramas en sumarse a la vasta industria del municipio de Molina de Segura ha sido la del diseño, fabricación y comercialización de productos y sistemas eléctricos, electrónicos e informáticos, donde conviven una decena de firmas importantes. Se producen, fabrican, manufacturan e instalan lámparas, cables, luminarias, consumibles, dispositivos electrónicos, robótica, autómatas programables, de control remoto y toda una lista de productos encaminados a la automatización, electrificación, iluminación y mejora de los procesos industriales y de las instalaciones de las empresas. Molina alberga una veintena de estas firmas, con un montante económico que superó en 2018 los 60 millones de euros, siendo la novena actividad industrial del municipio y la decimocuarta en la lista global municipal.

Maquinaria industrial y mobiliario

Esta industria municipal también fabrica componentes de máquinas o equipos para el envasado y etiquetado, herramientas, piezas para la construcción, calderería, maquinaria agrícola, para las artes gráficas y la construcción, realizando procesos de mecanizado de piezas tales como troquelado, torneado, fresado, forja, estampado o embutición. En Molina hoy día emplean a 460 personas que significan un 7,6% de los sectoriales y un 2,6% del total de trabajadores de la industrial del municipio. El 12% de los empleados de la región, trabajan en Molina, y el 0,2 de los españoles dedicados al sector de bienes de equipo y maquinaria. La rama comprende al 5% del total sectorial de la región, a su vez es un 0,07% de la rama nacional. En sus 10.000 metros cuadrados de superficie, son montadas anualmente más de 600 grandes máquinas dirigidas a la industria agroalimentaria entre otras. Se montan máquinas estriadoras, partidoras, escaldadoras, mesas de selección, pesadoras, cintas transportadoras, embotadoras, hornos y calderas, etiquetadoras, paletizadoras y una extensa relación de maquinaria industrial. Más tarde se han ido incorporando productos tan dispares como máquinas de gimnasio, rótulos, grúas, andamios o carteles, además de muebles de madera que están muy relacionados con la fabricación de maquinaria, aunque no sean totalmente metálicos. Esta actividad cuenta con una cuarentena de establecimientos, el 2,5% del total de la industria de Molina de Segura, y el 3,2% de la de Murcia. Por último, reseñar que la facturación que se produce anualmente viene a ser de unos 50 millones de euros, colocando al subsector en el décimo puesto local de la industria por cifra de ventas, y en el decimosexto de la lista global municipal.

Peletería y textil

PELETERIA Y TEXTIL

Significa actualmente un 18% dentro del sector regional, lo que equivale a una de cada cinco prendas fabricadas en Murcia. El molinense Angel Bermejo Gil fue su pionero en 1958, tras haber estado en Zaragoza trabajando en un taller peletero. Después, Juan de Dios Bermejo Sarabia, que tenía experiencia de París, y José Hernández crean otra importante empresa del momento: Herber. El sector alcanzaba en 1988 la cúspide del auge textil cuya facturación superó en conjunto los 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros), con una producción de 250.000 prendas, cazadoras y chaquetones principalmente. Tan sólo las nueve primeras empresas ocupaban en 2002 una superficie de 32.000 metros cuadrados entre comercios y talleres, proporcionando empleo fijo a 350 personas que representaban el 5% de los empleados de la industria local, y el 1,7% de todos los trabajadores. Asimismo, representa al 8% de los activos de la rama en Murcia, y al 0,98% en toda España, acumulando el 0,2% de los productos textiles del país. Estas firmas produjeron en dicho ejercicio 250.000 curtidos y más de 45.000 prendas, llegando a una facturación de casi 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros), de los que unos 2.000 (12 millones de euros) se referían a la peletería. Más recientemente se han incorporado empresas fabricantes de trajes, vestidos y vestuario laboral. En 2018 se registran unas ventas globales entorno a los 25 millones de euros, posicionando al sector en el undécimo puesto industrial de Molina y el decimoséptimo grupo global.

Materiales de construcción

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En el año 2005, el municipio contaba con 9 plantas de fabricación de hormigón preparado, situándose como el mayor productor de hormigones de la provincia con el 18% de la actividad. Casi 500.000 metros cúbicos de hormigón eran transportados cada año por una flota de 60 hormigoneras, haciendo una producción que rebasaba los 21 millones de euros. Piedras naturales, mármoles, terrazos y productos cerámicos, artículos prefabricados de hormigón y materiales de construcción en general, rebasaban los 30 millones de euros en ventas, lo que equivalía al 6,6% de la especialidad regional y al 3,9% de su plantilla con 200 empleados. En definitiva, el 0,16% de los materiales constructivos de España eran producidos en Molina de Segura, dando trabajo al 0,1% de todos los activos españoles. En 2018 siguen contándose 8 plantas fabricadoras de hormigón, teniendo en el término de Molina de Segura, eminentemente en el Polígono Industrial La Polvorista, el principal productor de hormigón de la región. Éstas son Hormicruz, Mar Menor, González Soto, Torralba, Hormiluna, Blanca, Domingo Giménez y Holcim.

Transporte de mercancías

Decenas de molinenses trabajan en el transporte como plantilla empresarial, choferes o puestos similares, en 2001 el 7% de los empleados en el sector servicios. Las más de 1.800 licencias de transporte expedidas en 2002, eran el 4,7% de todas las expedidas en Murcia. Según censo de 2001, aglutinaba al 7% de los trabajadores de Molina, unas 1.250 personas dedicadas al transporte, almacenamiento y comunicaciones. Eran el 6,2% de los empleados murcianos y el 0,17% de los de toda España. Dos empresas de Molina de Segura son líderes nacionales en facturación y flota de camiones, y poseen más de 1.000 camiones dando empleo directo a 700 personas. El transporte local movió 30.000 millones de pesetas (180 millones de euros) en 2001, pero desde entonces se ha duplicado la cifra de negocios, superando la superficie utilizada los 140.000 metros cuadrados. Según censo del año 2018, en la localidad existía una flota total de 51.683 vehículos matriculados, de los que un 14,7% se referían a los 5.682 camiones y furgonetas, y a los 1.914 remolques y semirremolques. Nada que ver con las 209 unidades que se registraban en el año 1972. Casi uno de cada 7 vehículos municipales eran camiones o similares, dando cuenta del gran padrón de vehículos industriales con que cuenta la población, con gran importancia en transporte frigorífico. Se registra una tasa de 728 vehículos por cada mil habitantes. En 2018, la rama transportista superó los 350 millones de euros de ventas, siendo la segunda actividad económica del municipio tras la confitería.

Comercio mayorista

El sector acapara la tercera parte de los servicios de Molina de Segura. Hoy día, el comercio minorista y mayorista de Molina de Segura ha alcanzado un nivel récord de empleo, cifra de negocios e importancia, llegando a ocupar al 0,15% del total de comerciantes españoles. Se dispone de 1.699 establecimientos según el Centro Regional de Estadística de Murcia para el año 2014, un 49,1% de ellos de comercio minorista, lo que le hace ser una de las principales ciudades comerciales de la región. Sólo el 1,71% de las empresas comerciales emplean a más de una veintena de trabajadores, con 29 sociedades. Actualmente uno de cada 5 trabajadores molinenses está empleado en el comercio, unas 5.000 personas que representan el 4% de los trabajadores de la región. Según datos del INE para el año 2007, en Molina existían un total de 4.802 empresas, de las que el 37,6% pertenecían a las ramas del comercio, transporte y hostelería, con una cifra concreta de 1.855 empresas. El comercio mayorista de Molina de Segura contaba en 2013 con 855 establecimientos, que daban empleo a unas 2.000 personas correspondiendo al 8,3 de los activos molinenses del sector terciario, el 42,8% de los activos comerciales, y el 4,3% del sector regional. Concretamente 173 son de alimentación, y 213 de actividades intermediarias. Hay que destacar la existencia de dos grandes superficies comerciales a nivel nacional, “La Serreta” ubicada en el polígono industrial del mismo nombre y “Family Cash” que se halla en El Tapiado. Otra empresa molinense es líder provincial en distribución y venta de suministros industriales, “Comercial Industrial García”. Más cadenas nacionales de alimentación y droguería implantadas son “Costto”, “Día”, “Mercadona”, “Aldi”, “Consum”, “Lidl”, “Más y Más” o “Supercor”. Sólo las 9 primeras compañías mayoristas locales, junto a las también 9 primeras del ramo de distribución y representaciones, sumaron en 2016 una cifra de negocios de 109,2 millones de euros, con dos firmas líderes; Euroserv Murcia y Sierra de Carrascoy. En 2018 se generaron, solamente en sociedades con razón social en el municipio, 226 millones de euros en cifra de negocios, correspondiendo al quinto sector más destacable de Molina, pero al segundo si se cuentan los servicios.

Comercio minorista

El comercio al por menor sobrepasa los 800 establecimientos con dos millares de empleos directos que son el 11,1% de los ocupados en servicios, y una considerable variedad de locales. Supone un 57,2% de la rama comercial molinense, y el 6,8% de los empleados regionales de la rama. Opera una gran empresa de distribución comercial al por menor y al por mayor, “Murcia Andrés Meseguer” desde el año 1915 con la marca “Sangüi”, que maneja un volumen de negocio cercano a los 37 millones de euros anuales a través de 30 supermercados repartidos en toda la región entre 16.000 metros cuadrados de superficie de ventas. Otras cadenas molinenses son “Campillo” o “Family Market”. En la ciudad operan también otras 4 cadenas de supermercados endógenas de Molina. En 2018, las 9 primeras empresas facturaron 76,3 millones de euros, con la séptima central de comercio minorista de la provincia.